En la era del 127 (746 dC),
mientras por dichos enviados se devastaba España y se combatía con gran furor
no sólo contra los enemigos, sino también entre sí, Muza (…) entre hasta la ciudad
real de Toledo, castigando a las ciudades vecinas con mala paz fraudulenta, y a
algunos nobles, señores varones que de algún modo se habían quedado, llegando a
Toledo huyendo de Opas, hijo del rey Egica, los mató con la espada en el
patíbulo, y con este motivo mató a todos con la espada.
De
este modo, no sólo la España Ulterior ,
sino también la Citerior ,
hasta Zaragoza, antiquísima y floreciente ciudad, abierta ya por manifiesto
juicio de Dios, la despobló con la espada, el hambre y el cautiverio; destruyó,
quemándolas con el fuego, las bellezas ciudadanas; envió a la cruz a los
señores y poderosos del siglo y descuartizó con los puñales a los jóvenes y
pequeños. Y así incita a todos con semejante terror, y algunas ciudades que
habían quedado, viéndose forzadas, piden la paz y persuadiendo o burlando con
astucia a algunos no de modo acostumbrado, concede lo pedido.
Pero,
los que habiéndola obtenido, se niega a obedecer, aterrados por el miedo e
intentan huir a los montes mueren de hambre y de diversas muertes. Y en la
misma desgraciada España, en Córdoba, en la antigua sede patricia, que siempre
había sido la más opulenta de las ciudades vecinas y hacían las delicias del
reino visigodo, colocan el inhumano reino.
IBN
ADARI (historiador andalusí).
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