El oro
africano llevado a Lisboa por los portugueses y, sobre todo, los metales preciosos americanos importados por los españoles
contribuyeron de forma muy importante a la transformación económica de Europa y
al proceso de desarrollo de capitalismo inicial. La razón de esta realidad fue la dilatación del
stock metálico del Continente y la intensificación de los circuitos de
circulación monetaria.
El efecto más evidente de esta nueva situación en el plano de la coyuntura fue un incremento generalizado del nivel de los precios, lo suficientemente importante como para ser nítidamente percibido por los observadores coetáneos, que se manifestaron con preocupación acerca del fenómeno.
El efecto más evidente de esta nueva situación en el plano de la coyuntura fue un incremento generalizado del nivel de los precios, lo suficientemente importante como para ser nítidamente percibido por los observadores coetáneos, que se manifestaron con preocupación acerca del fenómeno.
Durante el siglo XVI la población española aumentó
considerablemente; al mismo tiempo, aunque la economía creció, la producción no
resultaba suficiente para dar respuesta a la demanda creciente. Por ello, los
precios aumentaron. Para comprender este proceso debes tener presente la
relación que existe entre oferta y demanda, es decir, cómo funciona un mercado
cualquiera.
Pero se produjo algo más. Las remesas de
oro y plata americanas hicieron que la moneda circulante aumentase
considerablemente, por lo que los precios, ya sometidos al desequilibrio
demanda-oferta mencionado, sufrieron una subida aún mayor. Este es el proceso
conocido como REVOLUCIÓN DE LOS PRECIOS.
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