COMENTARIO
CUADRO “LOS COMUNEROS” DE ANTONIO GISBERT
El cuadro, pintado por Antonio
Gisbert, en 1860, representa la ejecución de Los Comuneros tras su derrota en
la batalla de Villalar, el 23 de abril de 1521. Es un cuadro realizado dentro
del estilo Romántico que trata de ilustrar la ejecución sumaria de los tres
líderes de la revuelta comunera: Juan Bravo, Juan Padilla y Francisco
Maldonado.
Aunque la ciudad de Toledo
proseguiría la lucha un año más, hasta febrero de 1522, lo cierto es que la
derrota de Villalar representó el fin de la primera gran revolución ciudadana a
la que se debió enfrentar el emperador Carlos V a lo largo de su reinado.
La Guerra de las Comunidades de
Castilla fue el levantamiento armado de los denominados comuneros, acaecido en
la Corona de Castilla desde el año 1520 hasta 1522, es decir, a comienzos del
reinado de Carlos I. Las ciudades protagonistas fueron las del interior
castellano, situándose a la cabeza del alzamiento las de Toledo y Valladolid.
El levantamiento se produjo en una
situación de inestabilidad política en la corona de Castilla, que se arrastraba
desde la muerte de Isabel la Católica (1504). En octubre de 1517, el rey Carlos
I llegó a Asturias, proveniente de Flandes, donde se había autoproclamado rey
de sus posesiones hispánicas en 1516. A las Cortes de Valladolid de 1518 llegó
sin saber hablar apenas castellano y trayendo consigo un gran número de nobles
y clérigos flamencos como Corte, lo que produjo recelos entre las élites
sociales castellanas, que sintieron que su advenimiento les acarrearía una
pérdida de poder y estatus social.
Las demandas fiscales, coincidentes
con la salida del rey para la elección imperial en Alemania (Cortes de Santiago
y La Coruña de 1520), produjeron una serie de revueltas urbanas que se
coordinaron e institucionalizaron, encontrando un candidato alternativo a la
corona en la reina propietaria de Castilla: la madre de Carlos, Juana. Tras
prácticamente un año de rebelión, se habían reorganizado los partidarios del
emperador (particularmente la alta nobleza y los territorios periféricos
castellanos, como Andalucía) y las tropas imperiales asestaron un golpe casi
definitivo a las comuneras en la batalla de Villalar, el 23 de abril de 1521.
Allí mismo, al día siguiente, se decapitó a los líderes comuneros (Juan de
Padilla, Juan Bravo y Francisco Maldonado). El ejército comunero quedaba
descompuesto.
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