jueves, 19 de junio de 2014

CARTA ABIERTA A MIS AMIGOS DEL IES FRANCISCO UMBRAL DE CIEMPOZUELOS


 
"Con mis maestros he aprendido mucho; con mis colegas, más; con mis alumnos todavía más" (Proverbio hindú)
 
Como despertarme para ver nacer el sol mientras todos los demás duermen. Así de especial ha sido para mi descubrir a mis alumnos de 1º de Bachillerato y, también, a los de 2º de Bachillerato del IES "Francisco Umbral" de Ciempozuelos.
Siento cariño sincero por personas para mi inolvidables. Son de esa gente imprescindible porque cada día se ganaron un trocito de mi corazón. Para mí es mucho más importante su afecto que los mil nombres de otros tantos reyes y guerras. Demostraron tener educación en mayúsculas, por eso y por mil detalles más, serán un recuerdo imborrable.
Somos lo que hemos vivido y con quien hemos vivido y la experiencia de este año me ha enriquecido como persona porque, una vez más, me demostraron que es mejor una sonrisa a un grito, una palabra amable y cercana a cualquier amenaza. Les agradezco especialmente que siga pensando que es mejor ser amado a ser temido, por eso son tan importantes para mí.
La desgracia es que todo principio tiene un final, pero éste ha sido el mejor de los finales. No obstante, pienso que la vez es un camino de ida y vuelta en la que podemos volver a encontrarnos. Entre tanto eso sucede, me gustaría que toda mi gente del IES Francisco Umbral fueran todo lo felices que merecen, que dediquen su tiempo en vivir sus sueños y no en soñar su vida.
Me encantaría que cumplieron todas aquellas metas que se propusieron, que tuvieran una vida plena y feliz y que se acordaron de aquellos a los que dejaron una profunda huella, como a mí. Yo nunca les olvidaré, siempre les apreciaré de una manera sincera porque se ganaron mi corazón. Siempre vivirán en lo más íntimo de mi corazón.
Amigos y amigas, fue un placer conocerles, disfrutar de su cariño, de su confianza, de todo aquello que no se puede explicar con palabras. Han sido grandes, llenaron de sentido un montón de tiempo de mi vida y de mi trabajo, fueron ese rayo de sol que despierta la primavera.
Quería decir aquí que yo quiero a toda esta gente, que nunca su vida me será indiferente, por eso a partir de hoy, cuando ya paso a ser su amigo, me gustaría ayudarles en todo aquello que humildemente les pueda aportar.
Pasen sin llamar, la puerta de mi casa siempre estará abierta para ayudar a todos aquellos amigos y amigas que me regaló la vida en este curso inolvidable, por nombres que me llevo grabados con letras de oro: Paula, Clara, Silvia, Raúl, María Victoria, Pilar, Aitana, Marta, Isabel, Jennifer, María, Elena, Marinela, Nicol, Javier, Alba, Sandra, Gonza, Pedro, Irene, África, Jaymye, Teresa, Karem, Luisa, Audrey, Cristina, David, Frank, Myriam, Raquel, Ianira, Rubén, Julen, Mishell, Andrea, Ana, Marina, Mohammed, Alfredo, Sandra, Alejandro, Julio...
Ésta es mi gente y yo estoy muy orgulloso de haberles conocido, porque amé vivir en sus clases con todo su cariño. Por siempre y para siempre, GRACIAS, y nos vemos en la vida. Sueño con que la vida propicie nuevas ocasiones para podernos encontrarnos. Mil gracias por todo.